Visitando a nuestra hija y dos nietos adolescentes que viven en Florida, USA, planeamos una escapada de 3 noches y 4 días a Gran Caimán, a tan solo 1 hora de vuelo de Miami .
Elegí este hotel boutique para evitar a los grandes resorts y tener más intimidad .
Los comentarios leídos eran excelentes y estudiando la arquitectura del edificio y disposición de los jardines y piscinas así como los tipos de habitación descriptos no dudé en reservar dos habitaciones .
Que decir de la gratisima sorpresa que tuvimos al ser tan gratamente recibidos y enterarnos que éramos de los primeros huéspedes en alojarnos bajo la nueva denominación de Palm Heights, y que además nos habían asignado un upgrade de cortesía.
Desde el mismo momento en que llegamos nos hicieron sentir como en nuestra casa, con un recorrido orientativo por las instalaciones que nos dejaron con la boca abierta!
Almorzamos en el restaurante Tilli’s que está sobre la espectacular playa de las Siete Millas y mientras finalizábamos se acercó un miembro del staff para avisarnos que nuestros cuartos estaban listos a pesar de que habíamos arribado antes del horario del check in.
Nos sorprendimos por lo agradable de la decoración , la amplitud de la suite y el cuarto de baño con tina de porcelana y pisos y paredes revestidos en mármol, la calidad de los amenities , las batas de Frette, la botella de Proseco italiano servida para darnos la bienvenida junto a una cálida nota del gerente , la espectacular kitchennete equipada con cristalería , servilletas de tela italiana y vajilla de primera calidad , las pantallas Led ultra HD de última generación tanto en el living como en el dormitorio con Apple TV y los pequeños grandes detalles como el parlante bluetooth Bosse y la canasta de mimbre para la playa con su toalla perfectamente enrollada dentro. Que decir del espectacular ventanal con balcón y la excepcional vista a las piscinas y el Mar Caribe.
Un verdadero lujo de muy buen gusto !
Los tres maravillosos días que allí pasamos serán inolvidables no solo por el hotel , la playa y el mar como por la excepcional atención de Paola y Karla en el front desk que hicieron muchísimo más de lo habitual para que no nos faltase nada, incluso asistiéndonos con nuestras reservaciones para excursiones y cenas .
También mencionar la gran atención de todo el personal de la playa y el restaurante.
Podría seguir contándoles muchas otras pequeñas sorpresas pero mejor descúbranlas por ustedes mismos.
Sin lugar a dudas el mejor hotel boutique de playa en el que hemos estado .
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