Sigue siendo un lugar bonito, agradable para convivir con la familia. Los alimentos "bien", no espectaculares como antaño pero bien. El pulpo a las brasas sigue siendo muy bueno, los shots y el clásico huachinango entero no queda mal. Lo que si es INADMISIBLE es el servicio, son atentos peeero muy lentos, lentos lentísimos. Las bebidas tardan mucho y los alimentos parece que los fueron a pescar y por eso tardan tanto! La sensación es que hay mucha gente que pudiera ayudarte, pero la verdad solo es una sensación!
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