Es un hermoso lugar en el medio de la selva. Ví el anochecer en medio de los arboles y al amanecer me desperté con un tucan en mi ventana.
El desayuno es delicioso, en particular los mangos :-)
Pase una noche increible rodeada de naturaleza y los cantos de las aves. El desayuno a la leña que ofrece Quentin es alucinante. Recomiendo ampliamente este belle lugar