Despues de un viaje de 6 horas de carretera, por fin llegamos al hotel; y para sorpresa de nosotros, supero nuestras expectativas.
Desde que llegas a la recepción te reciben con una bebida de naranja con lavanda y otro bebida de limon con chia y pepino; despùes te indican que lugares quieres conocer en san Miguel de Allende, desde viñedos, museos, restaurantes (es una gula personalizada por dìa), todo el staff super amables, excelente atenciòn.
Las habitaciones son únicas, decoradas con exquisito gusto, con un toque ecléctico, vintage y moderno; sobre toda que han sido decoradas por las manos propias de los propietarios, ya que ellos son artistas en vitrales.
las habitaciones son llamadas con nombre de diferentes atardeceres, en alusiòn que desde la habitaciòn puedes apreciar los mas bellos atardeceres; y lo màgico, es que en la madrugada, la luna estaba sobre la presa, fue un momento ùnico.
El spa es una joya, las terapeutas hacen que hasta te duermas en el masaje, con musica relajante y aromaterapia,
Los desayunos, las comidas y las cenas son deliciosas; debes de probar la mermelada de jamaica; y de piña con jengibre (una exquisitez).
la ubicaciòn del hotel, es perfecta, a tan solo 8 minutos en vehículo del centro, amplio estacionamiento.
La alberca con cuarzos, es un deleite, ya que es relajante.
Lo fascinante, es que es un lugar romántico, lleno de paz, armonía, tranquilidad.
Debes de conocerlo!!
Pasamos una increible estancia de 3 noches, y volveremos a regresar!!