Un hotel con buen ubicación, la playa muy bonita, vista desde la habitación muy buena pero muchas restricciones para uso de algunas áreas (no covit), muebles viejos y roidos por el uso.

Experiencia agridulce.
Tal vez regrese por una segunda oportunidad.

Supuestamente el hotel está al 50% de ocupación; pero había tanta gente que en plena pandemia concentraron en el área de catering para desayunar, en lugar cerrado y con aire acondicionado, a decenas de personas, lo cual es riesgoso para la salud de todos; obviamente el cubrebocas debe quitarse para comer, lo que le agrega un riesgo a ese lugar; además permitieron que varias mesas, en una de las cuales había dos personas tosiendo, hicieran sobremesa de más de media hora; malo que no dan suficiente agua para tomar y hasta el hielo hay que pedirlo; malo que el mini bar no funcionaba bien y no advierten que su temperatura es insuficiente para medicamentos; por lo demás buena atención del personal aunque hay todos los días hubo que pedir que fueran a hacer la limpieza porque todavía estábamos ahí cuando pasaron por la mañana y por tanto no pudieron hacerlo en ese momento.