Es un hotel excelente en todos los aspectos: por su ubicación, habitaciones, instalaciones y servicio del personal. Pero es algo que puede encontrarse en muchos otros hoteles a precios más asequibles. Lo reservé en temporada alta con poca antelación porque quedaban pocas opciones en Toronto, así que pagué un precio bastante alto por la habitación ,que no incluía siquiera el desayuno. Pero lo peor es que además de cobrarte el importe de la estancia, al llegar te retienen sin avisar el mismo importe en la tarjeta de crédito que tardan varias semanas en reembolsar, con lo que pueden dejarte con la tarjeta inutilizada o casi sin crédito durante mucho tiempo.

En el último minuto cogí el Upgrade a habitación del Club Level, con acceso al Lounge. Estas habitaciones están en las plantas superiores. Nosotros tuvimos la 4310 y las vistas con todo el frente de la habitación de cristal, daba a otros rascacielos, el puerto y las islas. Era una gozada sentarte y relajarte en la chaise longue al lado.

La habitación tenía un muy buen tamaño y las camas extra confortables. La verdad es que viaje bastante por trabajo y me sorprendieron en especial las de este hotel, realmente es cierto lo que indican en su publicidad. En la mesa cuentan además de con enchufes, con varios puertos para poder conectar dispositivos móviles y cargarlos. Buen funcionamiento del Wifi
El baño no era grande, pero de buen tamaño, con bañera de diseño y ducha con efecto lluvia. Me gustó que tenía sensor de luz, que se agradece para cuando te levantas por la noche y no sabes cuál de los cincuenta interruptores es el correcto ;-)

El Lounge muy agradable y sobre todo con vistas espectaculares, durante el día tienen una máquina de café, té, refrescos varios y para comer galletas, croissant, bollos, frutos secos y las típicas chucherías y m&m. A partir de las 5, tienen además bebidas alcohólicas y bocadillitos y sándwich salados, además de embutidos, quesos y diferentes panes y demás.
Sitio muy agradable, todo acristalado en la planta 47 con unas vistas increíbles de casi 180 grados, con vistas tanto al puerto como a la Torre CN. Increíble ver el atardecer tranquilamente desde sus sillones, tomando algo.
También hay barras y mesas para trabajar o poder conectarse.

El desayuno buffet es también muy bueno. Con zona de dulce, salado, caliente, frío, fruta y cocina abierta con personal muy amable que preparan en el momento cualquier tipo de tortilla, sándwich o lo que necesites.

En cuanto a la localización del hotel, decir que la zona es excelente para alojarse, tranquila, al lado de las principales atracciones Torre CN, Ripley´s Aquarium, Rogers Centre, Union Station, el Toronto Habour con los accesos a los Ferrys para visitar las islas, restaurantes, terrazas, conciertos al aire libre, una especie de paseo marítimo para dar un paseo o correr.... en resumen una zona segura con muchas opciones para comer y visitar. Si coges el Toronto Sightseeing Bus, el hotel se encuentra a entre dos paradas, a pocos minutos de cada una.
También es importante el path que conecta con Union Station directamente desde la planta 3ª del hotel y que es genial sobre todo si como nosotros te trasladas desde el aeropuerto. Lo puedes hacer fácilmente con maletas. Comodísimo

La piscina interior climatizada también es un plus. De tamaño suficiente, tanto para disfrutar de un baño relajante como para hacer unos largos nadando, cuenta con toallas y hamacas a disposición y un jacuzzi de buen tamaño. La verdad es que después de un día de turismo se agradece y no nos encontramos con más que 6-8 personas.
En el gimnasio no entrené pero tenía buen tamaño también y se encontraba vacío.

Desde luego, a mi entender lo recomiendo sin ningún tipo de duda porque no se falla.