Guiados por las buenas críticas de TripAdvisor y porque nunca habíamos cenado en un restaurante libanés, nos animamos a cenar en nochevieja. A pesar de que no teníamos reserva y que el local previsiblemente se iba a llenar, muy amablemente aceptaron que nos sentáramos a cenar y nos atendieron de maravilla.
Aconsejados por una de las camareras escogimos para cada uno un menú que incluía 8 aperitivos y un plato principal. Quedamos encantados, todo estaba muy bueno y fue un gran descubrimiento; tanto las verduras como la carne estaban muy bien hechas. Después mi pareja tomó un Arak (bebida típica libanesa según el menú) y yo un té con hierbabuena delicioso, además nos invitaron a unos dulces.
El local es muy acogedor, no hay que fiarse de la apariencia que tiene en la entrada de arriba, en eso doy la razón a las recomendaciones que han puesto aquí.
La verdad es que quedamos encantados, el servicio fue muy amable, sobre todo la camarera que hablaba español y que muy educada y discretamente nos preguntó de donde éramos.
Repetiría sin dudarlo! *****