El hotel está a pocos minutos del centro, en una calle de casas muy elegantes. El personal del hotel muy atento. Jonathan, Olga, otra recepcionista de la que no recuerdo el nombre, el camarero del desayuno: todos muy amables y siempre listos para ayudarte. Yo tenía una individual, pequeña, con vista al jardín. La cama un poco incomoda, el colchón blando, pero creo que son casi todos así aquí en Escocia. El bar del hotel tiene una maravillosa ventaja: está abierto 24h, es muy tranquilo y se puede beber de todo. Lo recomiendo.