Elegimos este B&B por las elogiosas recomendaciones de Trip Advisor, y afortunadamente éstas no exageraban en absoluto. Gerald es un anfitrión amable, informado y muy dispuesto a facilitar la estadía a aquellos que visitan Edimburgo por primera vez. No solamente eso, sino que para aquellos que no manejamos el idioma inglés, agrega además una gran paciencia y sus mejores intenciones para transmitir todo lo que el huésped necesita, tanto de su B&B, como de la ciudad, visitas, tours, etc.
El B&B es maravilloso: cuenta con todos los elementos de confort necesarios, y más aún...es limpio, espacioso, cálido, y lleno de detalles que harán la estadía más acogedora aún. Para finalizar, unas palabras sobre el desayuno, donde podrán probar tanto el desayuno típico escocés, como otros productos más saludables, tales como varias clases de cereales, quesos, mermeladas, frutas, etc .
En conclusión, recomiendo este B&B pues no solamente es limpio, cómodo y acogedor, sino que además agrega otros detalles para disfrutar unas vacaciones perfectas.

Hola!
el pasado mes de diciembre estuvimos en Edimburgo un compañero de trabajo y yo y he de decir que la estancia en la ciudad no hubiese sido lo mismo si no hubiesemos elegido Gerald´s Place como alojamiento.
la primera noche él no estaba para recibirnos, pero nos dejó una cariñosa nota y a su vecina de anfitriona. A la mañana ya le teniamos en la cocina con todo dispuesto, es una persona muy amable que hace todo lo posible para que estes cómodo, incluso si no dominas bien el idioma.
Su casa está muy bien situada, muy próxima al centro, y tiene todo tipo de comodidades, cafe, te, bombones de bienvenida, incluso whisky! además de articulos de baño: gel, champu, lacas...
Nosotros lo recomendamos y seguro que volveremos

Gerald's Place no es un lugar...es ÉL. Es Gerald. No te alojas en un hotel...es su casa, y te hará sentir como si estuvieras en la tuya. La habitación super confortable, donde te colmará de atenciones y detalles inimaginables que no explicaré por no desvelar la sorpresa. La finca está situada en los bajos de una calle tranquila pero a dos manzanas de pleno centro. La casa esta llena de fotografías por paredes y puertas, de familiares, amigos y huéspedes, y en la cocina te ofrecerá unos desayunos espectaculares mientras comparte, durante ese rato, anécdotas e historias. Te ofrece toda la información y consejos que precises y está pendiente todos los días por saber como te fue por la ciudad. Estuvimos 3 días. Los justos para despedirnos con los ojos llenos de lágrimas y la promesa de volver.