Este alojamiento, lejos del mundanal ruido, nos gustó mucho. Puede ser por la decoración navideña o por su emplazamiento, pero el hotel está bastante bien.
Las habitaciones son amplias y limpias, como el lavabo (aunque el grifo de la ducha no iba bien).
La cama no estaba mal. Descansamos bien.
El personal era amable y algunas incluso simpáticas.
El desayuno estaba muy bien (bufet tipo Irish brekfast), no te ibas con hambre, no.