Habitaciones que dan claustrofobia, baños enanos. Me dieron la última habitación del último piso, sin ascensor y las baldas de las escaleras rotas (Por los pelos no me abro la cabeza bajando por la mañana), las paredes son de papel de fumar (estuve escuchando a una pareja "dandose un homenaje" toda la noche como si estuvieran metidos en mi cama), personal antipático, desayuno horrible en el propio hall del hotel, suciedad por todas partes, mal olor, mal servicio, ni cambiaban las toallas. Para colmo, el último día, el señor que se encarga del hall del hotel se quedó dormido, sí, con un sueño profundo con la puerta cerrada a las 11:30 de la noche con un frío increíble que hacía fuera y hasta las 12:45 no nos abrieron la puerta ya que el hotel no incluye ni un timbre para llamar. Hubiera sido mejor dormir debajo de un puente del río Sena y desayunar de la basura. Asco de hotel. ¿Mi opinión? Gastad un poco más en otro antes de quedaros en este hotel de los horrores.Más
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