3 comensales, pedimos la comida para compartir escalonadamente y nos la traen toda a la vez. Al decirle que se llevara la carne nos pone mala cara y cuando nos la vuelve a traer es la misma recalentada. Pido mayonesa para los calamares y....es de sobre literal!!!!! Increíble que un bar de estas características no tenga mayonesa casera. Además la comida es un poco cara en relación calidad-precio, y los camareros muy poco simpáticos. Si me vuelvo a sentar algún día es a tomarme una cerveza al sol en estos días tan fríos (que tampoco están frías y bueno, 2,50€ por un tercio de Amstel) pero no es muy recomendable que digamos.

La experiencia en La Luna fue un desastre sin paliativos.

Al estar situado en la muralla del Alcazar, pensamos que ofrecería una buena calidad. Pero ya, ya. Siéntate y espera. (Además, lo de la espera es literal, pues tardamos casi dos horas en comer)

Desde el remedo de limpieza que hacen de la mesa antes de servir, hasta el precio reflejado en la cuenta, todo fue un auténtico disparate. No creo que La Luna sea un buen escaparate para Cordoba ni para el acreditado gremio de hosteleros de la ciudad.

Pedimos de primero salmorejo, lo más corriente, basto e insípido que he tomado nunca, con cuatro medios huevos duros mal pelados.

Nos recomendaron una ternera de Irlanda que tenían “solo de vez en cuando” y que servían de cien en cien gramos. Pedimos 300 gramos para los dos, y el camarero haciéndose el gracioso, nos trajo 400 gramos “porque se lo íbamos a agradecer”. Yo no soporto la carne cruda, por muy irlandesa que sea, y esta estaba quemada en su xterior y absolutamente cruda en su interior. La guarnición de verduras que había pedido mi mujer, insípida, y mis patatas.... de aurora boreal. Serían del sábado anterior, por lo menos. Incomibles.

De postre pedimos tarta de tres chocolates para compartir. Tarari, una porción grande para cada uno, que habría que liquidar. UnMamarracho de tarta.

La cuenta, disparatada. El servicio, muy malo. Las medidas higiénicas, muy relajadas. En fin, que nuestro estreno en Cordoba no pudo ser peor. Menos mal que los días siguientes fueron francamente mejores desde el punto de vista gastronómico.

Ojo con el menú del día (12,95€). Las berenjenas con miel las ponen con caramelo. Las patatas fritas son congeladas. No incluyen en pastel cordobés en el menú. Por los platos de carta no puedo hablar, porque no los he probado, pero si bajan la calidad por el mismo plato en el menú del día, no dice mucho del sitio.
El rabo de toro muy de batalla.
Lo mejor la localización, en justo al lado de la muralla, en la puerta de la Luna. El personal muy amable, eso sí.

Horrible experiencia. Para empezar, tardan en servirte la comida 50 minutos, y si la espera sirviese de algo.... pero madre mía! Encima ni una tapa con las cervezas. Pedimos dos menús; un salmorejo (de bote, porque eso de casero no tenía nada), y rabo de toro (malísimo). Otro plato eran berenjenas fritas con miel (encharcadas en aceite) y flamenquin (que parecía que estaba podrido por dentro de lo malo que estaba). Y una ensalada César (si quieres comer agua en vez de ensalada, te la recomiendo). Resumiendo, nos quedamos igual que como fuimos, con hambre y habiendo gastado dinero sin haber comido.

Horroroso. Para empezar, nos atendieron fatal, ya que estuvimos olvidados por el camarero que nos tenía que atender durante un buen rato. Tuvimos que pedir la bebida 4 veces y nos la sacaron casi al acabar de 'comer'.
Tardaron casi 45 minutos en sacarnos la comida, de la cual solo nos pudimos comer 1 plato, el resto estaba muy malo (por no decir algo peor). Tuvimos que cambiar uno de los platos (porque estaba incomible), por otro que ni siquiera pudimos elegir, ya que lo hizo el desastroso camarero. Plato que tampoco pudimos comernos de lo malo que estaba.
La sorpresa final llegó al pedir la cuenta y comprobar que estaba mal, nos habían añadido cosas que no habíamos pedido y que una botella de agua (de medio litro) costaba 2,60€...

Horrible experiencia.