Lindo hotel ubicado frente a la de la Mezquita , la ubicación es el mayor atractivo de este hotel.
En mi caso nos asignaron en un inicio una habitación preciosa en el segundo piso en la esquina donde tenía mucho ventanal , pero como el wifi no llegaba hasta ese sector del hotel lamentablemente tuvimos que cambiar , nos asignaron un habitación en el primer piso con un hermoso balcón que nos permitía ver la Mezquita y la hermosa calle que la rodea.
La decoración de las habitaciones si bien es un poco antiguas es linda, el baño es amplio y cómodo y la cama era genial.
El hotel posee Restaurant y cafetería ,también tiene un patio precioso donde se puede cenar.
El desayuno es correcto pero deberían tratar de que sea un lugar tranquilo y relajada , lamentablemente era ruidoso y molesto , todo el tiempo el personal hacía ruido fuertes con cubiertos , poniendo las mesas y además no te dejaban sentar donde uno desease para que no desarmen las mesas , además no eran serviciales y no tenían buen trato con la gente.
En cambio el personal de recepción y de limpieza fueron educados y muy atentos.
En línea general fue una linda experiencia en un simpático hotel.