El hotel se encuentra en pleno centro de la ciudad y la decoración es muy bonita.
Nuestra habitación tenía unas bonitas vistas tanto desde el dormitorio como desde el baño.
Muy limpio y el personal muy amable y atento.
El desayuno bien; el único "pero" es que el comedor es muy pequeño y dan turnos de desayuno de 30 minutos con lo que como tengas que esperar un poco desayunas corriendo y para 10€ que cuesta, no me parece bien.
Aunque las mesas puede que estén más separadas por el tema Covid tampoco caben muchas más.
Por lo demás, todo fenomenal.
- Wi-Fi gratis
- Restaurante