Un sitio pequeño, bonito y muy recomendable. Tienen una carta corta, y su especialidad son los provolones. Pizzas también muy ricas, y el personal encantador, no se puede pedir más!!!!

Un acierto!
El lugar es muy muy pequeño pero con mucho encanto!
La camarera-cocinera- gestora, muy amable y educada.
Las pizzas de escándalo. De lo mejor de León.
Pedimos la pizza Diavola (muy buena) y la Gellega de Isa (excelente).
Repetiremos sin dudarlo.

Se nota que las pizzas son caseras, con su masa fresca. La atención es excelente. Lo recomendaría para cenar o comer al lado de la catedral.

Cena en familia con la catedral de fondo y con un olor a pizzas que se nos caía la baba.
“Pizzería Artesanal” nada de masas precocinadas, ni fritos ni raciones. Recomendado también seguir las indicaciones del camarero con la cantidad de comida. Trato de 10 atentos y amables, y la comida se lleva un 100!

Creo que con el título queda claro.
Fui con mi pareja a la Piccola que llevaba tiempo deseando ir. Compartimos un Provolone, una pizza y un postre, para reventar. Está todo riquísimo, y de cantidad bastante bien, puede que le falle algo el precio, pero si quieres productos de calidad tienes que pagarlos.
Hemos salido encantados, volveremos seguro!