Fuimos 4 adultos y 2 niños a comer. En uno de los platos de pasta nos encontramos un cristal, se lo comentamos al encargado y se queda muy sorprendido diciéndonos que no sabe de dónde ha podido ser porque las salsas vienen envasadas de la franquicia. Nos lo encontramos al final del plato por lo que, ya nos habíamos comido todo. Cual es nuestra sorpresa que, a la hora de pedir la cuenta no tienen ningún detalle “por el incidente” es más, nos cobran hasta el plato de pasta en el que nos encontramos el cristal. Cierto es que ya nos lo habíamos acabado pero, qué menos que no cobrarlo. Un sitio en el que no saben tratar a los clientes cuando ellos tienen un accidente tan serio como este.
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