Hacía tiempo que había ido a Nikkei 103 y en las anteriores ocasiones siempre fue de 10. Esta vez, en las condiciones sanitarias que vivimos, pensé que no sería lo mismo y estaba equivocado. Mantiene la misma gran calidad de entonces, el entorno sigue siendo espectacular y la atención recibida, mucho mejor si cabe. Su director, Hugo, estuvo muy amable y atento, dándonos todo tipo de explicaciones, con todo lujo de detalles, sobre los platos que nos iban sirviendo. Su ceviche Japón, qué decir... es un lujo para cualquier paladar. Y te pidas el uramaki que te pidas, aciertas. Pude felicitar personalmente a Gustavo, su chef, que salió a saludarnos. El cuidado sanitario que tienen es extremo. Sin duda, es "EL" RESTAURANTE DE COMIDA FUSIÓN PERÚ-JAPÓN de referencia en Barcelona y, sin conocer los de otras ciudades, me atrevería a decir que quizás el de todo el estado. Volveré.
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