Bueno se viene a comer y no se come nada del otro mundo, la verdad. Se viene a una experiencia superior y el local, el servicio y ver y dejarse ver lo completan.

Carisimo para lo que es la comisa, pero insisto, aqui no se viene a comer.

Un sitio estupendo, con una atención delicada y profesional, con el ritmo justo para disfrutar de la comida y del ambiente, que también es maravilloso. La terraza es uña espectáculo. Un poco junto todo para el tiempo que estamos viviendo pero muy bien decorada. El tiramisu de postre, prepara en la mesa no tiene desperdicio

Estuvimos en una celebración de cumpleaños, limitada por las normas COVID, lo que no impidió disfrutar de maravillosas viandas. Destacaria los linguinis con pesto de pistacho y, por supuesto, el tiramisú que se elabora en la propia mesa antes de ser servido.

Excelente sitio italiano. Encantada con el trato y las recomendaciones que nos dieron de la carta. Lastima que quitaron la pasta de rabo de toro porque hubiera sido un encanto probarla

Fuimos dos amigas. Compartimos una burrata con tomate, dos fiori di zucca y un lenguado. Dos copas de verdejo y dos cafés.
Nos sorprendió que en la cuenta nos habían cobrado el pan y la entrada que trajeron sin solicitarla. Estilo Lisboa. Para la próxima, ya lo tendré en cuenta y rechazaré la amabilidad.
Pienso volver, ya que el restaurante es muy bonito y el jardín es espectacular. La comida estuvo bien, muy correcto todo.