El resumen: comida normalita, raciones minúsculas y precios desorbitados. No hay nada que merezca especialmente la pena o destaque a este local frente a la infinidad de sitios estupendos y con una correcta relación calidad - precio que se pueden encontrar a un par de manzanas de aquí.
Hubiera pagado con gusto los casi 60 euros por persona a los que salimos si hubiera habido algo destacable por lo que recordar la cena, el producto, la cocina o el sitio. Pero tomar 3 raciones y unos vinos en un sitio con un ambiente normal y con una cocina normal, pasable sin más, me dejó sin palabras.
En una época como la que estamos pasando, en la que hacemos un esfuerzo por contribuir a que los negocios sigan funcionando y salgan adelante, sobre todo en hostelería, esta cuenta me pareció una tomadura de pelo.
Tenía ganas de probar el sitio y la decepción fue mayúscula. En fin, a veces descubres joyas y otras te pasan cosas como esta. Tengo clarísimo que no volveré, no lo recomendaré y lo desaconsejaré. Una lástima.
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