Mas céntrico no se puede estar, al lado de la Basílica de San Marcos (desde el comedor, desayunando, puedes ver la Basílica y la plaza). Habitaciones con camas grandes y cómodas con decoración vintage, baños amplios y limpios (al igual que la habitación). Personal muy atento y buen desayuno. Si le queremos poner alguna pega, el acceso a algunas habitaciones es un poco tortuoso y la calefaccion estaba muy alta y no se podía regular bien en nuestra habitación. Muy recomendable.

Ubicación excelente, al lado de la Plaza de San Marcos. A un paso de los muelles del vaporetto, y a cinco minutos andando de Rialto. En una calle comercial llena de tiendas y algunos bares y restaurantes.
Habitación amplia y limpia. Tranquilo a pesar de estar céntrico.
El desayuno muy bien, bastante variado y surtido, y con unas vistas excelentes (desde el comedor se ve una de las puertas de la Basílica de San Marcos)
Recepción y servicio impecables. Muy atentos y serviciales.
Lo dicho, una excelente elección y con una relación calidad-precio muy competitiva

Sabéis eso que ocurre cuando alguien te trata fenomenal que los pequeños defectos pierden su importancia, pues eso es lo que nos pasó en el hotel.
Tanto el personal de rececpción como el de desayunos se portó con nosotros fenomenal, unos auténticos profesionales.
El hotel esta en una situación inmejorable y además nos dieron una habitación vistas a la Plaza de San Marcos con lo que los despertares fueron de lo mejor
El desayuno bastante correcto y la habitación amplia
Por cierto, la cama muy buena, grande y muy cómoda
Una muy buena estancia