El hotel nos ha gustado mucho: las habitaciones son cómodas, espaciosas, tienen una decoración muy particular, y detalles como bañera de hidromasaje y excelentes ammenities (sí que deberían cambiar el secador de pelo por uno más potente). La ubicación, y el desayuno muy buenos (p.e., tienen zumo natural de naranja). El problema que hemos encontrado es que nos han robado un cargado de iPhone que se encontraba dentro de la habitación (valorado en 50€) y nadie se ha hecho responsable.