Empezaré contando lo negativo porque fue lo que condicionó la estancia. El título viene dado por la habitación que nos dieron, la 102, que no nos gustó para nada, en la planta 0 al lado de recepción, para mí "el cuarto de las escobas" una habitación a 2 alturas estrecha, claustrofóbica, con 1 ventanón que está a mitad de altura de la escalera que te sube a la cama principal la cual cuando llegamos ya por la tarde no se podía abrir la persiana y era como "una cueva con luz ténebre" dado que las bombillas de la habitación dan luz como amarillenta y al día siguiente cuando nos la abrieron tras solicitarlo en recepción, por vista solo teníamos el techo de lo que supongo que era la cocina y al frente las fachadas de otras edificaciones antiguas, en resumen, como vistas un 0. Esta habitación cuando salías te encontrabas de frente los lavabos del hotel y el cuarto de mantenimiento. Al pedir que si me podían cambiar la habitación dado que no era para nada agradable ni acogedora para un viaje de 1 padre con sus 2 hijos me argumentaron que era lo que yo había contratado una "junior suite triple", la cual revisando la documentación de la reserva no vi esto último por ningún sitio y a su vez que no me la podían cambiar porque en ese momento estaban completos. El baño está preparado para personas de movilidad reducida, barra de apoyo en el wc, ducha a ras de suelo con asiento, bidet empotrado en la ducha, puertas de la ducha que se abaten completamente, este es un punto a favor del hotel, no obstante en la ducha no había manera de ajustar el agua fría-caliente, te la ponías a la temperatura (no tiene grifo termostático)y de pronto o te salía el agua muy caliente o muy fría. En las características de la habitación cuando contratas pone que tiene tetera/cafetera, nosotros no la vimos por ningún sitio y las televisiones fallaban. Por lo general de lo que esperas en un hotel de esa categoría, por donde está, por su ubicación, por el importe pagado por 2 noches y por muchos más detalles que ahora no enumero, si vuelvo a Venecia, por seguro que a este hotel no volveré, y lo positivo es la ubicación, el trato del personal en general y la limpieza; comentario sobre el desayuno (si previamente se ha contratado) cubre justo las expectativas como desayuno, era de esperar algo más y de mejor calidad, el pan de molde estaba duro los dos días que estuvimos y el embutido y fiambre brillaba por su ausencia y como caliente solo bacon y huevos revueltos, y de lo mejor la zona de patio exterior donde se puede desayunar que está junto al canal (cuidado con las palomas, en cada mesa hay una caña para espantarlas....). Tienen jacuzzi (pagando) y tienes que reservarlo previamente, con vistas al gran canal.