Hotel muy bien situado en el barrio Murat a poca distancia de Bari Vecchio. Tiene habitaciones de diferentes tamaños (algunas muy pequeñas) orientadas a patios interiores o al Corso Cavour. Las espaciosas resultan elegantes y acogedoras. Tanto los desayunos como las cenas son de buena calidad. En el sexto piso tiene una terraza con servicio de bar y buenas vistas de Bari. El servicio de habitaciones es mejorable (en algunas hay zapatillas y albornoz, en otras solo zapatillas, o solo albornoz, o nada). Pasamos 5 noches en una habitacion doble y en alguna ocasión tuvimos que reclamar toallas pues nos habían dejado una única colección.