Lo mejor del hotel es la ubicación, está ala lado del puerto.
La habitación que nos dieron no tenía ventanas, era como un zulo, horrible.
La insonorización no existe, por lo que se oye absolutamente TODO lo que ocurre en la habitación contigua. El baño con la ducha muy pequeña.
La sala de desayuno era diminuta, difícil moverse y con poco espacio.