Hotel en el que tienes la sensación de que estás estrenando la habitación, muy bonita, con cama enorme y televisión integrada en el espejo, precioso baño.
El restaurante, elegante, dando un buen servicio y facilitando el menú, previamente fijado para el grupo para la cena,con carta especifica, en ingles e italiano, siendo el menú de calidad y bien elaborado. Desayuno completo y bueno.
Asimismo las vistas que ofrece la terraza del restaurante de la ciudad son muy bonitas, destacando la silueta cónica de la Basílica- Santuario de la "Madonna delle Lacrime"
Sin duda el mejor de los 4 que hemos visitado durante nuestra ruta por la isla de Sicilia