Hotel moderno y muy agradable ubicado frente a la Neapolis, lo que hace que esté algo alejado de Ortigia aunque se puede ir caminando, alrededor de 1,5 km.
En la zona hay algunos restaurantes y bares para comer o desayunar.
La habitación era muy linda pero algo chica, el baño es cómodo.
Ofrecen TV, caja de seguridad, minibar, escritorio y aire acondicionado.
Atención muy cordial, excelente limpieza y buen wifi.
Hay una piscina y bar en el último piso, y un restaurante en el lobby algo caro. Estacionamiento con cargo.