Estuvimos este mes de Agosto, sólo dos noches , y digo "sólo" porque me hubiera quedado mucho más...
Es perfecto si vas en coche y quieres visitar Florencia, como era nuestro caso, está muy cerca (10-15 minutos en coche), pero lo suficientemente apartado para disfrutar del campo y del ambiente toscano.
Desayunar en la terraza del Restaurante, con vistas al río Arno, y escuchar los pajaritos es la mejor manera de empezar el día y de prepárarte para visitar Florencia. Y por la tarde-noche es fantástico regresar y poder relajarte en El Mulino.
Habitación amplia, bonita, impecable, jacuzzi, zonas comunes preciosas. Desayunos muy ricos y variados. Cenamos una noche en el Hotel y todo fue perfecto (la comida, el vino, el servicio, etc...) Durante la cena había un camarero joven, italiano, moreno con el que entablamos conversación (lástima no recordar el nombre) que fue muy amable y nos hizo varias recomendaciones. Gracias a él visitamos Fiesole que nos encantó.
Nosotros fuimos en un viaje especial por el décimo aniversario de bodas y tuvieron detalles con nosotros que no olvidaremos nunca. Nos pusieron pétalos de rosa en la cama y en el baño , unos dulces y una tarjeta de felicitación que conservamos.
Si volvemos a Florencia, volveremos a alojarnos en este Hotel sin duda.