El hotel es precioso, con unas vistas privilegiadas de Florencia. La habitación lujosamente decorada, con pocos enchufes y algo antigua, pero con encanto. El baño con bañera se agradece después de una jornada intensa por la ciudad. La neverita hace ruido, con lo espaciosa que era la habitación, podría estar más lejos de la cama. El desayuno maravilloso. La piscina y parte de arriba no la conocimos.
Perfecto para ir en coche, te permiten aparcarlo en su otro hotel si están disponibles. Pero el acceso hacia las habitaciones con las maletas por las escaleras y el suelo de piedrecitas deberían solucionarlo de alguna manera. Sólo tienen un elevador para minusválidos.
El acceso (aún con GPS) al hotel era complicado, nos perdimos todas las veces.. era desesperante! La respuesta del propio hotel es ésta:
"Depending on the GPS system brand , the hotel is recognised in a position having different names:
Via Angelico
Via Beato angelico
Via Fra' Giovanni
Via Doccia
On google maps is Via Angelico"