Todo el personal del hotel, literalmente se desvive para suplir la decadencia de unas instalaciones de hace 25 años. Espectacular obsequio de bien venida, desayunos pantagruélicos, amabilidad infinita en todo momento, para "despistar detalles" (y a fe que lo consiguen) como por ejemplo que el cuarto de baño queda inundado de agua después de la ducha o que la moqueta de la habitación tiene manchas que no se quitan a pesar de que la limpieza es impecable.
- Wi-Fi gratis
- Piscina