La casa es extraordinaria, tanto por su situación como por su estado de restauración.
Las vistas al rio son espectaculares.
La habitación es cómoda, amplia y confortable y el baño es grande.
La zona común sala de estar - comedor es muy acogedora.
El área dedicada a las reproducciones del pintor Mir es extraordinaria.
Mención especial merecen los frescos del recibidor y escalera de acceso.
Aurelio, el anfitrión, persona amable y servicial os dará todas las informaciones que necesitéis.
Os recomiendo hacer la visita guiada de la mano de Vicente por el pueblo y el castillo.
Ha sido una experiencia increíble.
Un trato personal exquisito: amable, sincero, amigable, respetuoso, culto, divertido... Un edificio precioso, aun por acabar del todo, situado justo delante del rio, creo que en el mejor lugar de la calle. Su decoracion, sus pinturas, sus detalles, sus vistas.... que belleza!!!!
Muyyyy bien, un lugar precioso, una vista al rio Ebro , en un palacio, museo convertido en aparhotel, realmente precioso.
Te despierta el canto de los pájaros
En la cocina te encuentras una cesta de fruta de bienvenida
El desayuno, tostadas, mantequilla, mermelada, zumo, cafe. La terraza cara al rio.
Alojamiento ideal para retirarse a trabajar en algo artístico (pintura, literatura...), descansar, o como base para visitar los alrededores (la playa, a media hora, y el interior, riquísimo culturalmente).
El apartamento, muy cómodo, está integrado en un antíguo palacete que destila aromas a pintura y a música. El río Ebro lame sus cimientos, imprimiéndole una tranquilidad evocadora que te acerca a la naturaleza y a tus pensamientos más íntimos.
Aurelio, eficiente y atento, te asesorará encantado sobre el entorno.
ubicación excelente en un entorno precioso, casa con más de lo necesario para sentirte a gusto. Vistas fantasticas desde una terraza que te da la impresion de que puedes tocar el rio con la mano...