Llegamos a este hotel sabiendo que era de dos estrellas con la intención de utilizarlo como base, solo para dormir, mientras visitabamos las atracciones de Minas. Realmente decepcionante. Las camas son antiguas y el colchón muy incómodo. Las duchas son obsoletas. El cable no se ve bien, el wifi funciona cuando quiere. El desayuno es vergonzoso, poco elaborado y muy pobre. La atención es mala, solamente una recepcionista nos atendió con buena disposición. Un recepcionista en la tarde entró a la habitación sin golpear antes, invadiendo nuestra privacidad. El teléfono no funciona, ni para comunicarse con la recepción. Como si fuera poco, hay cucarachas y grillos en la habitación.
La limpiadora solo está en la mañana, asi que si permanecés en la habitación hasta mediodía, permanecerá sucia hasta el otro día.
La habitación que tomamos es la doble superior, no quiero imaginar la standard.