Es un Hotel con todo lujo de detalles, en un antiguo Palacio totalmente reformado. Todos los empleados te hacen sentir bien desde la misma llegada. Te atienden como si fueras único. Muy escialmente quiero destacar a María, de rececpión. No solo te da explicaciones del Hotel y de la ciudad sino también te ayuda a buscar lugares donde poder ir cercanos y no tan cercanos en toda la isla de Sicilia en función de tus gustos ella te recomienda lugares. Por poner un pero diría que está un poco lejos de lo que es Ragusa Ibla, y por las noches hay que esperar mucho a que venga el autobús o buscar un taxi. Tienen una terraza con vistas a la catedral preciosas y por las noches en ella sirven copas.