Gran hotel en un antiguo palazzo Barroco del siglo XVIII frente al Duomo de Ragusa. Realmente muy bueno y cuidando todos los detalles, los salones del desayuno realmente te maravillaran, y el desayuno en si es increíblemente rico y completo, el servicio de sus empleados es super atento como por ejemplo Ignacio y Michele, que nos ayudaron en todo lo necesario. El parking esta dentro del Hotel. Es digno de recomendarlo