Solo tenemos buenas palabras para este alojamiento, sin ninguna duda el mejor de todos los que hemos estado en Sicilia.
Vincenzo nos escribió antes de nuestra llegada para darnos todas las instrucciones, recomendándonos un lugar para aparcar de forma gratuita, cercano al alojamiento. Vino a recogernos a la plaza próxima y, después de una breve introducción histórica de Ragusa, nos ayudó a llevar las maletas.
La ubicación es ideal, justo en medio de Ragusa Ibla y Ragusa Superiore. Edificio antiguo completamente reformado en su interior, de un estilo moderno precioso. Nuestra habitación era muy espaciosa, con una cama muy cómoda. El baño también perfecto, con todo lo necesario (incluidos unos jabones maravillosos). La planta superior era un espacio común muy agradable, con salida a una terraza desde donde se disfrutaba una excelente vista de Ragusa Ibla. En esa misma terraza nos sirvió al día siguiente el desayuno, todo con productos locales y artesanales bien seleccionados, para degustar tanto los mejores productos dulces como salados (no esperéis el típico desayuno de hotel: es más y mejor). Inmejorable.
Acerca del problema que hemos leído en otros comentarios sobre las escaleras: no son tantas. Si realmente hay problema con subir unos pocos escalones, mejor no visites la ciudad ;)
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