El lugar es muy bonito, cuenta con buses se acercamiento al pueblo y tren. La parte de la playa es muy agradable pero se llena mucho y priorizan a las personas que van por el día y no a quienes alojan en el hotel por lo que cuesta encontrar un lugar adecuado dónde tomar sol.
Respecto al personal del hotel, muy pocos hablan inglés, casi todos italiano y era muy dificultoso comunicarse, no te dan información necesaria. En relación a la pieza, la cama era dura y de baja calidad, la ducha muy pequeña para el tipo de habitación que pedimos (nada que ver con las fotos)
Otros: el desayuno malo (poca variedad, mala atención, no reponían las cosas que se iban acabando, mesas sucias).