Nos alojamos 7 noches. Queríamos que fuese un punto central para visitar Pompeya, Herculano, Oplontis, Nápoles y las costas Sorrentina y Amalfitana.
El hotel es un correcto 3 estrellas, situado en la primera planta de un bloque de viviendas. Algunas habitaciones tienen vistas al Vesubio, pero la mayoría no. Pero si disponen de una terraza con muy buenas vistas para relajarse un rato y tomar algo.
No tiene garaje propio, pero justo a la vuelta hay uno al aire libre, vigilado y no hace falta dejar llaves del coche. Si te alojas en el hotel el garaje te sale por 8€ el día, muy buen precio para la zona en la que está. Nosotros dejamos allí el coche de alquiler y sin ningún problema, juraría que el último día le dieron un remojón para quitarle el polvo acumulado.
Desde el principio la atención por parte del personal fue estupenda, aportan mucha información interesante y con mucha amabilidad.
La habitación no fue mala, buen tamaño, incluso entraría una cama supletoria. Limpia y con aire acondicionado, pero no nevera de minibar. El baño un poco peor, pequeño y ducha con mampara un poco viejita pero no se salía el agua. Aunque no repusieron el gel de baño, se lo pedimos en dos ocasiones y nos lo dieron de inmediato.
El desayuno es bueno, con variedad de productos salados y dulces: panes, quesos, embutidos, dulces caseros, zumos, etc. Lo que menos me gustó fue el café de máquina, una lástima estando en Italia. Pero el personal del comedor atentísimos, una vez nos conocimos ya nos preparaban el café o la infusión a nuestro gusto nada más vernos entrar.
A través del Hotel, contratamos un barquito para visitar la costa, que nos recogió en el hotel y nos dejó de nuevo al terminar la jornada, sin necesidad de ir hasta Sorrento.
Además el hotel está justo al lado de la estación del tren Circunvesubiano, para poder visitar la zona a un precio bueno y con mucha frecuencia de paso.
El único pero que le ponemos es la insonorización. Se oyen las otras habitaciones y el ruido de la calle (primer piso, garaje, autobuses, carretera). No nos supuso ningún problema, porque con unos tapones normales pudimos dormir sin problema, pero hay que llevarlos.
Además el pueblo de Vico Equense tiene animación, se recorre fácil el camino hasta el centro (no más de 5 minutos) dónde puedes encontrar variedad de restaurantes y cafeterías.
Como plus, el hotel tiene servicio de playa privada, que es gratuita para los clientes. Cómo es zona de mucho desnivel, te llevan y te traen con un autobús gratuito. Teniendo en cuenta lo difícil que es acceder a las playas y que la gran mayoría son de pago en toda la costa, es un buen servicio.
Por último y ya ajeno al Hotel, si pensáis visitar la costa con coche, armaros de paciencia. Se conduce fatal, para distancias cortas se emplea mucho tiempo y en pueblos como Positano o Amalfi, aparcar se hace literalmente imposible en verano.
MUCHAS GRACIAS A TODO EL PERSONAL!!!!