Las espectaculares vistas que teníamos desde la habitación hacen que nuestra experiencia en este hotel mejorase pese a detalles que hacen que nuestra puntuación no pase de normal. Para empezar, pese a que ya es habitual en todos los hoteles, seguiré sin dar puntuación alta a un alojamiento con checkh in a las 16 y check out a las 11. No tiene ascensor, pese a que aparentemente tiene espacio suficiente para ello. No nos atendieron en el bar para llevarnos unos refrescos a las 21:05 porque ya estaban recogiendo y pese a pedirlos para llevar. Y lo más llamativo, ya que no teníamos constancia de que fuera así, NO nos hicieron la habitación algo que como digo, desconocíamos. Una pena que todos estos detalles empañasen nuestra por otra parte mágnifica estancia en Quiberón.