Reservamos con antelación y preguntamos si podíamos ir con perro. Nos dijeron que sin problemas y en el momento de la comida nos dijeron que no podíamos comer con él. Además, pretendían sentarnos en una mesa compartida con tres hombres de en torno a 70-80 años, a escasos 30 cm. de ellos con la que está cayendo. Nos amargaron el plan de fin de semana.
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.