¡Qué no decir de la casa de Montse y Juan! Es una maravilla. Espaciosa, cuidada con mimo y con cantidad de detalles que no se aprecian en las fotografías. Se nota que han invertido mucho tiempo y esfuerzo en conseguir que cada rincón resulte acogedor.
Somos un matrimonio con tres hijos adolescentes y hemos pasado 10 días en septiembre que se nos han hecho cortísimos. La casa muy limpia, la conexión wifi excelente, la piscina soberbia, la sala de billar, la mesa de ping-pong, la pista de petanca, los dardos… no hay manera de aburrirse.
La atención de los propietarios es otro punto a favor que nos encantó. Nos dejaron en el frigorífico fruta fresca, cerveza, vino, refrescos, agua (en esa zona el agua es muy dura y es mejor comprarla embotellada) e incluso unos helados, de bienvenida. Nos ofrecieron las uvas del parral que hay tras la casa (exquisitas), nos informaron de los alrededores y mandaron un par de whatsapps durante nuestra estancia por si necesitábamos algo. ¡Incluso nos despidieron con un regalo! Realmente, han sido los anfitriones más amables que hemos tenido nunca.
En resumen: repetiremos. Sin duda.