Nuestra primera vez fue en 2005. Nos encantó! Recibimos una atención espléndida, un servicio increíble, por eso decidimos volver en enero de 2010.
En esta segunda vez, nos fuimos bastante desconformes. El desayuno y merienda fantásticos que el menú ofrece, con tortas caseras y medialunas recién horneadas, frutas frescas, se transformaron en solo tostadas de pan viejo, con mermelada, manteca y queso crema reseco. Teníamos que pedir que trajeran leche caliente, servilletas.
La limpieza no era óptima.
Al aire acondicionado lo tuvimos que apagar, porque empezó a caer agua del mismo. Nos quedamos sin agua caliente en la ducha, o no tenia presión suficiente.
De las actividades que ofrecen, lo único que pudimos hacer es andar a caballo. La bibicletas estaban pinchadas y con respecto a las demás cosas que se pueden hacer, la gerente nos dijo que se estaban armando, siendo que en la página se promocionan.
Montar a caballo, esto si vale la pena, los chicos que se encargan de esta actividad, tienen muy buena predisposición y saben del tema. Los caballos son increibles por cierto.
La gerente no fue clara con el tema del transfer desde la terminal hasta la estancia,
como el transfer que nosotros abonamos era más barato, cinco minutos antes de que ella se fuera de franco, nos dijo que debiamos abonar la diferencia con el transfer de vuelta para que la estancia no pagara más que nosotros el mismo. Si bien se excusó sobre el servicio recibido (todo lo escrito fue reclamado), a nosotros no es un tema que nos incumba, dado que contratamos un servicio de primera. Nos llama la atención que el personal que nos recibió esta segunda vez fue el mismo que la primera.
Recomendación: pidan por escrito todos los términos y como va a estar compuesto el menú en pensión completa y con las actividades a realizar dado que es muy vaga la forma en la que esto se informa.