Las instalaciones del hotel están muy bien, sobretodo la piscina que tiene muy buenas vistas al Vesubio. Las habitaciones correctas y con buena limpieza.
El hotel está situado en un pueblo llamado Seiano, que es muy pequeño y sin ningún aliciente; con lo cuál estás obligado a coger transporte todos los días si quieres ir a Sorrento mucho más animado y con vida y para conocer toda la costa Amalfitana. En nuestro caso siempre nos movimos con el tren circunvesubiano que tiene parada en el pueblo a cinco minutos del hotel, aunque también hay servicio de bus diurno y nocturno desde Sorrento a Seiano.
Pero dicho todo esto he de señalar la parte que no nos ha gustado de este hotel y que hace no lo pueda recomendar a ningún otro viajero ni amigo. Es el trato recibido por el personal de recepción, nula información, malas caras, dabas los buenos días y ni te contestaban. Un trato despectivo en todo momento, que hacia que no te sintieras a gusto para nada en aquel lugar. He de decir que de todo esto ,la única persona que era una profesional era una chica llamada Dalila siempre amable y dispuesta a ayudar.