El apartamento está a 5 minutos andando del teatro romano. Está muy limpio, es muy bonito y no le falta detalle. Está equipado con todo lo que puedas necesitar y el desayuno es de lo más completo, te dejan de todo en la cocina y para todos los gustos. La dueña, Pilar, es un encanto. Volveremos seguro.
Apartamento acogedor y con todo lo necesario para una estancia corta.
Tenia todo lo necesario para desayuno y detalles para hacer nuestra estancia muy agradable.
Estos apartamentos son una gran opción para disfrutar de todo lo que hay en Mérida: monumentos, la plaza de España con sus terrazas, el paseo por la orilla del río y el puente romano, etc. El apartamento está muy bien situado, ya que lo más interesante de Mérida está a no más de 7 minutos andando. Hay supermercados, panaderías, fruterías, tiendas de todo tipo muy cerca. Además, el apartamento es tan bonito como se ve en las fotos, es muy cómodo, todo está muy limpio y tiene un montón de detalles para hacer agradable la estancia, como cápsulas de café de varios tipos, infusiones, etc. Yo también doy un 10 al apartamento y un 11 a Pilar, la dueña. Muy recomendable.
El apartamento un 10 y a Pilar un 11 , por su atención.Un detallazo incluir el desayuno.Los consejos que nos dio para comer nos sirvieron un montón.
Estuvimos en Apartamentos Coso de San Albín en dos ocasiones, a la ida hacia nuestra visita al Valle del Jerte y a la vuelta también, en total 5 noches, en que aprovechamos para visitar el casco histórico, que está muy cerquita del alojamiento pudiendo hacer prácticamente todo el recorrido a pie, e ir a ver una obra al teatro romano, experiencia que le recomiendo a todo el mundo. Es increible la calidad del sonido sin ningún tipo de tecnología. Dicen que si se rompe un papel en el escenario, se escucha en la última fila superior.
También visitamos un poco más alejado del casco histórico pero a un máximo de 15 minutos en coche el Embalse de Proserpina, con chiringuitos y actividades para pasar un buen rato y el acueducto de los Milagros que se puede encontrar de camino al embalse.
Aparte de conocer Extremadura, en este viaje pudimos apreciar la hospitalidad y el carácter afable y transparente de la gente extremeña. Un vivo ejemplo de ello, la dueña del alojamiento, Pilar Alhaja, que hace honor a su apellido y que lleva más allá el concepto de agasajo. Quiero agradecerle a ella y a su esposo, el cariño con que tratan al cliente, las innumerables muestras de atención, ayuda y consejo, lo bien que te sientes en el lugar pues no le falta detalle, obra de su buen hacer y su esmero. Soy viajera frecuente y me he encontrado con toda clase de personas en mis viajes. Hasta ahora, ninguna como Pilar. La experiencia del viaje, en este caso, se ha visto enriquecida por la tremenda suerte de alojarme en un lugar con tan buen trato.