Buscábamos un sitio algo más especial cerca del puerto de Vilamoura.
El local es muy bonito, con una pecera enorme integrada en la pared. Tiene varios ambientes, dos terrazas e interior bien distribuido que consigue hacer de un sitio grande un lugar acogedor. Los cocineros están en una isla central cocinando en directo.
El personal es muy profesional, solo tardaron en traer las vueltas. Pero son muy atentos, hablan todos los idiomas y nos hicieron muy buenas recomendaciones.
Comida muy muy buena aunque carta corta y con raciones pequeñas, a tener en cuenta si has pasado todo el día en la playa llegas con hambre! El taco y el bol de salmón con arroz muy buenos. La ternera en salsa un poco picante también buenísima pero como decía escasa.
En definitiva un buen sitio de calidad y buen trato para cenar agusto con relacion calidad-precio correcta teniendo en cuenta la calidad general del sitio.