Mi marido y yo nos alojamos una noche en Los Platanos por recomendacion de una amiga y ex-colega de la Facultad de Ciencias. El cuarto con bano y ducha muy bien acondicionado, la comida de Mariana exquisita y la instruccion de Andres para andar a caballo fue superior. Nos encanto la hospitalidad de Mariana y Andres y su flia, profesional pero al mismo tiempo genuina y calida. Para mi marido Noruego fue un gran plus q dominaran el ingles. Realmente nos sentimos como si estuvieramos en nuestra casa. Tenemos que volver para quedarnos mas tiempo.