De mis casas rurales favoritas.
Por tres motivos: El entorno es espectacularmente bonito, ideal para hacer rutas de senderismo, a media hora de la selva de Irati o simplemente para disfrutar de la calma y tranquilidad del lugar
La atención de Peio y de Marisa: te hacen sentir como en casa, con un trato cercano y amable, te cuidan como nadie
La comida...., el desayuno y esas albondigas!!!!! Riquisimas
Qué mejor lugar para desconectar que Toki ona, tranquilidad, las habitaciones de 10, limpieza de 10 y un trato y atención como si estuvieras en casa gracias a la atención de Peio y Marisa y menudos desayunos, comidas y cenas con producto local y casero.
Toki Ona es uno de los lugares más acogedores, mágicos y cómodos en los que hemos estado.
Peio y Marisa se han encargado de que nos sintamos como en nuestra casa y te animo a que vayas y que dejes que tu estómago pruebe las delicias que allí preparan. Desayunos increíbles con bollería hecha artesanalmente por ellos, comidas espectaculares y riquísimas y siempre con una sonrisa como respuesta para todo. Pacharán, paté y postres caseros.
Habitaciones cómodas en las que el silencio hará que tengas un sueño reparador, billar, futbolín, chimenea, barbacoa, aunque lo mejor es disfrutar de las vistas que tiene el balcón del comedor.
Nos alojamos en esta casa desde el año 2006.Hemos repetido 6 veces y no nos cansamos. En verano y fines de semana se alquila por habitaciones. Los hemos visitado con nuestros hijos, siendo ellos bebés y hasta ahora que son adolescentes y ellos nunca se cansan y nosotros tampoco. Puedes ir con tu mascota. Peio y Marisa son encantadores. Los desayunos y cenas que sirven una maravilla. Siempre repetimos. Peio si quieres te prepara rutas por la zona espectaculares. Acabamos de estar allí y como siempre espectacular. Como en casa.
Estuve justo hace dos semanas, y solo puedo decir una cosa, nunca tuve la sensación de que salí de mi casa. Peio y Marisa hacen sentirte muy cómodo y que todo sea muy acogedor. La comida, que voy a decir de la comida, casera rica, de hecho es esa comida que se queda dentro de tu mente y nunca olvidas. Y cada vez que la recuerdas, todo el paladar se activa. El alojamiento es muy acogedor y muy cálido. Pero el trato va más allá de ponerle un 10. No lo dudes si vais a la zona, o vais a hacer el camino en coger este alojamiento.