Es una bodega dentro del complejo de clos de los 7. Acá se hacen las catas de vino de las bodegas del complejo. No sorprende por su arquitectura ni por sus etiquetas, pero está bien.

Fuimos un sábado y nos atendieron especialmente. Estabanos solos asi que fue un paseo privado con Mariela, encargada del lugar.

Hicimos una cata y luego continuamos nuestro recorrido por todo clos de los 7.

Mi experiencia no fue buena. Fuimos un grupo de 5 personas, en total en la visita eramos 9 personas. Si bien es cierto que llegamos 20 minutos más tarde de lo acordado, la visita fue express...a las apuradas. La explicación estuvo bien, pero todo muy a las corridas. La observación de la bodega fue a través de ventanales fijos y del otro lado las luces estaban apagadas, con lo cual lo que se veía era poco y nada. La degustación estuvo bien, pero nuevamente, todo el tiempo a las apuradas.
Demasiado cara para lo que fue...una decepción
Dato aparte: se nos rompió el auto y no nos permitieron unos minutos para tratar de ver si podíamos repararlo, nos hicieron ir rápidamente a la administración y desde allí llamar a personal de seguridad para que pudiéramos volver a acercarnos al auto.
A la otra gente que hizo la visita con nosotros se les pinchó la rueda de la camioneta y no se les dio tiempo para que cambien la cubierta. Les dijeron que tenían que retirarse y solucionar ese tema afuera. Tuvieron que salir Clos de los Siete con la cubierta pinchada...
muy flojo todo, no lo recomiendo.