El sitio es muy bonito, el restaurante está muy bien decorado y es acogedor
El problema es que la cocina deja bastante que desear
Comida sosa, mal cocinada
El bacalao salado, las judías sosas
Solo se salva el jabalí y los postres

Y el precio es muy excesivo para la comida que ponen
Con esmerarse un poco en cocina y bajar algo los precios sería un lugar para repetir

Nuestra experiencia ha sido muy positiva, la comida estaba muy rica, comimos de menú la ensalada de cecina y habitas, patatas seca con torrezno, de segundos jabalí y pollo, y de postres la tarta de queso y tatin de manzana (la tarta de manzana lo mejor del menú).

Leyendo el resto de comentarios y después de lo vivido hoy, creo que se junta el carácter del dueño que quiere dar mesa a todo el mundo y no sabe decir que no tiene mesas libres, y que la gente de la ciudad va el domingo esperando rapidez y precios de bar de ciudad... ojalá aprenda a gestionar mejor las reservas porque la comida y el servicio son mejores que la valoración que tiene aquí.

Hicimos una ruta en caravana con los niños por la sierra y reservé en el restaurante con una semana de antelación. Cuando llegué, sorpresa!! no tenían constancia de mi reserva y en vez de pedir disculpas, pone en duda que sea verdad lo que estoy diciendo!! Increíble, desde luego no iría a comer allí ni gratis.

Estuvimos de ruta con la familia y nuestra perra y se nos hizo tarde, sin reserva nos acercamos a preguntar por si no podian dar de comer y tuvimos suerte y pudimos comer en la terraza, pero aviso, mejor reservar, porque el restaurante es pequeño y trabajan por turnos y para ir a seguro es mejor reservar, pedimos menú mi marido y yo y mi hijo entrecotte, todo muy rico, pero en especial el jabali, que estaba en su punto y suave, te ponen aperitivo individual y nos tocó consome de pollo, que como hacía frío nos sentó fenomenal,, los postres ricos,, pero a mi me encantó la tarta de manzana, raciones adecuadas y comida casera y elaborada, lugar encantador para volver, el maitre una persona amable y la camarera eficiente y rápida, porque llegaba la reserva a las 15h30 y nosotros llegamos a las 14h y comimos tranquilos y sin prisas.

Es un sitio muy acogedor, los camareros muy agradables y muy respetuosos. Limpieza y cuidados respecto al Covid de 10, con aperitivos individuales, dispensadores de gel y uso de mascarilla en todo momento.
Los platos son contundentes y todo estaba riquísimo! Muy buena calidad- precio.
Muy recomendable!