Alojamos 1 noche con mi marido y la verdad nos decepcionó un poco el hotel, por su pequeña habitación ( ni siquiera cabe el velador), quisimos comer a las 10 PM y el restaurante ya había cerrado, creo que para el precio no ofrece lo que se espera. Ademas de la aislación acustica era muy mala,

Excelente atención, personal muy atento a cualquier requerimiento, recomendacion total de las tinajas calientes, las habitaciones superiores tienen vista al mar, desayuno abundante y saludable, el restaurant exquisito e innovador.

El hotel es precioso, cómodo, con una vista sensacional desde todos lados y su personal muy amable.
Las instalaciones están muy bien también. Las tinas nos parecieron un asalto a 30 lukas x hora pero la piscina es temperada y sirve para palear lo ventoso de la zona (al mar ni las patas).
Las piezas si bien son lindas y con espacio suficiente tienen una construcción muy liviana donde se escuchaban las conversaciones de todos lados y las camas eran incómodas (las almohadas son terribles, un hotel así debe tener opciones de almohadas).
Tiene un restaurante muy lindo con una tremenda carta de vinos poco comunes de la zona (Itata y Maule) y una carta de comidas bien pretenciosa pero en general muy rica. Tiene detalles, como hacer varios ingredientes caseros, y la presentación de los platos es tremenda.
Tiene unas tapas que solo sirven hasta las 19:00 horas sin siquiera que un por favor, con el restaurante vacío, hacía cambiar el horario (la cocina no puede sobreponerse al servicio del hotel...éramos los únicos sentados en el restaurante y aún asi no quisieron hacer las tapas pasado la hora!!!!)
Suma/resta es una buena experiencia para ir, un precioso lugar y caminando esta la caleta rinconada para comer pique sendacional.
Precio/calidad bueno