Este es el bar del pueblo y como pueblo en la isla de Lampedusa solo hay uno, por ende, es el bar de la isla.
En ocho días de vacaciones no faltamos a la cita de la amistad (Amicizia) ni un solo día.
Por este local desfilan cada día hordas de turistas llegados de toda Italia y del extranjero, así como oriundos lampedusanos.
Estupenda la gran terraza del bar sobre los tejados del pueblo hasta llegar al Mediterráneo, no tan bien el servicio de esta zona, mejor pedir y pagar directamente en la barra.
Helados riquísimos, granizados de quitar el sentido, buenísima la pastelería y qué decir de la freiduría...
Buena relación calidad-precio.

Puede que no exagere si digo que he pasado más tiempo aquí que en las playas.
Todas las mañanas de mi instancia en la isla (8 noches) he desayunado aquí con cappuccino y cannolo.
Después de cenar no puede faltar un helado con sabor “pistacchiosa”, absolutamente increíble.
Si has ido a lampedusa sin haber desayunado/comido/merendado en el Bar de la Amicizia, no has ido de verdad

Hemos pasado unos días en Lampedusa y hemos ido a este bar al menos una vez al día. Desayuno con cannoli buenísimos o brioche rellenos de pistacho espectaculares. Helados con sabores uno más bueno que otro! La gente que trabaja ahí es muy amable. Precios muy económicos. Volvería todos los días.

Para disfrutar los mejores helados, granitas y postres de la isla. Lo único criticable es la falta de aire acondicionado.

Histórico, ambientado, de gran calidad y barato. Sorprende la terraza inesperada en la parte posterior del ocal. Hay que ir.