El camarero muy antipático no me dijo que tenía que pedir dentro. Cuando le fui a pedir me dijo que él no sabía tenía que pedir dentro. Si estoy sentada se supone que quiero pedir algo... y luego tardaron un montón en servisme y el café frío. Desde luego no pienso volver y encima caro. Y además pedí un descafeinado de máquina me pusieron de sobre.

Bastante caro por una porción no muy grande de tartas industriales y unos smothies prefabricados. Para ir una vez y no volver. Las tartas con un sabor a tarta industrial que queda muy lejos de lo artesal que dicen que son.Y los precios desorbitados.

Voy a este local a menudo, me gustan las tostadas la atención y el café, es un sitio acogedor, modenor y con gran variedad si te gusta tanto lo dulce como lo salado, el café esta muy bueno.
Tengo una pega creo que el distanciamiento de las mesas en esta época que estamos viviendo es obligatorio e importante y en este caso en las mesas de dentro no lo he visto.

Aparte de tardar media hora en servir, un detalle lamentable, primera vez que me pasa, le pido un poco de miel para el café, me pone el mismo camarero una mínima cantidad, le pido un poco más, duda y me dice que son 0,20 euros (la consumición no era sólo el café sino un desayuno de 10 euros).
Primera y última vez que consumimos en este lugar.

Me encanta este lugar para desayunar porque el trato es excelente, el café variado tanto de procedencia como de preparación y el pan riquísimo